Paco Díez, Jaime Vidal y el público de La Leona, eslabón cultural en el siglo XXI.
La noche del 29 de diciembre de 2011, La Leona se vistió de gala y de fiesta. De fiesta, porque celebrábamos el solsticio de invierno, la despedida del año y la bienvenida al año entrante. Y de gala, porque tuvimos el descaro de acompañarnos de Jaime Vidal y Paco Díez, dos virtuosos de la música tradicional, con su proyecto Romanceando.
Jaime; joven, creativo y profesional músico, que combina este proyecto con Paco (entre otros, como Tradibérica o La Bazanca), con su participación en la vallisoletana banda Zambaruja.
Paco; consagrado estudioso y difusor de la música y el saber tradicional de Castilla y León, uno de los mayores exponentes en Música Judeo-Española y allende, emérito fundador del grupo La Bazanca.
Y juntos, un regocijo para el espíritu de la memoria colectiva.
Paco y Jaime llenaron La Leona con sus romances. O, mejor dicho, nuestros romances: esas joyas de la tradición oral con que grandes y pequeños avivaron, de generación en generación, el fuego de su imaginación y el océano de los silencios.
La loba parda y el murmullo del rabel pastoril,
una Bela infanta portuguesa,
el bíblico incesto de Amnón y Tamar,
la poderosa Serrana de la Vera extremeña,
La virgen romera entre las teclas del piano,
El testament mediterráneo,
Isabel de Castilla a ritmo de zanfona,
Brodatzen ari nintzen o, como su nombre indica, el trágico secuestro marinero de una dama que estaba bordando,
el disparatado amor de El segador y doña Juana,
la historia del cruel capitán Bernal francés,
Las señas del marido, ¡por fin un final feliz!…
y, para feliz final del recital, la sempiterna Doncella guerrera, que cariñosamente dedicó una nieta a una abuela, honrando así a las transmisoras culturales por antonomasia, nuestras mayores.
Todos estos romances resucitaron esa noche, a través de un nutrido y predispuesto público que, in crescendo, se lanzó a cantar al amor, a venturas y desventuras de un pueblo que volvió a serlo alegre y profundamente.
¡Jaime! Qué bonita dedicatoria nos regalaste… Si podemos con todo es gracias a mucha gente que , como tú y Paco, todavía valoráis a las personas y su legado, y disfrutáis cuidándolos en su día a día.
Y para todas Las Leonas del Mundo: si no queréis quedaros con las ganas de bucear en estos romances, y escudriñarlos para descubrir los evocadores sonidos de la mandola, la zanfona, la guitarra, el rabel, el piano, los palillos o el pandero cuadrado, pasaros por La Leona. Es posible que, rebuscando en los cajones de nuestros buenos recuerdos, todavía encontremos algún disco de Paco y Jaime, Romanceando con nosotros.
¡Y OLE PÚM!
Concierto