En todos los lugares del mundo se cantan nanas, canciones de cuna, a los niños. En todas las culturas, los niños recién nacidos escuchan por primera vez la música, de la voz de su madre, de la voz de los adultos que les quieren, a través de las nanas. Esas canciones infantiles cantadas por madres, padres, abuelas etc., se cantan con el fin de acunarles y tranquilizarles y tienen un ritmo de vaivén que le regala tranquilidad y seguridad, además de las primeras lecciones de armonía. El hecho de que le cantes y le arrulles, hace que establezcas con él una relación íntima en la que ambos disfrutáis de ese momento de paz y de «soledad de dos».
La familia Mayalde se han encargado una vez más de ofrecernos la posibilidad de conocer las nanas que se cantaron siempre, por si nos sirven, por si nos regalan la posibilidad de cantarle a nuestros niños, bien sean hijos, sobrinos, vecinos… y nos meten en el compromiso de hacerlo y crear esa especie de cordón umbilical que nos une a los adultos y los recién nacidos.
Nanas con Ná, jitanjáfora como las que una tarde de invierno construímos en la Leona, es un Libro- Disco, escrito de puño y letra y cantado desde la entraña por Laura Mayalde, ilustrado con unas preciosas acuarelas de Esther Martín Herrera y editado por María Iglesias de Mariagrafia.
Es una preciosura de trabajo, como siempre que se hacen las cosas desde dentro, y lo tenéis disponible en La Leona yaquí, para los que estáis fuera.
«NANAS CON NÁ»,Laura se ha puesto a cantar como solo pueden cantar las madres y ha parido nuestro libro-disco de Nanas, Nanas cantadas a pelo a nuestros niños, sin adornos, sin aderezos, solo la voz y el niño, como las cantaban nuestras madres y nuestras abuelas cuando nos dormían: «las nanas salen de las entrañas, junto al corazón, desde el alma,muy dentro. Las nanas son voz sola de mujer, a pelo, ná de nana, nana y ná, el niño y tú, no hay nada más. Por eso hemos querido mostrároslas así, sin cómo se cantaban, sin adornos y aderezos».
Fueron un regalo para dar la bienvenida a Cuba, era lo mejor que podía dejarle, y después también para Beltrán, y se han convertido en un precioso proyecto que queríamos compartir. Algunas nanas son tradicionales , Carlos Porro y Guti las pusieron en bandeja, el «negrito» se la cantaba el abuelo, otras son nanas paridas en casa a golpe de yunque.
Están contadas a mano, escritas de puño y letra. Y dibujadas por Esther que ha derrochado mucho cariño y mucho arte, las grabó Luis que nos mimó también la voz. Fueron editadas con cuidado y delicadeza por María, de Mariagrafia.
Van dedicadas a nuestros padres, algunos de los abuelos que hemos ido acumulando en nuestra vida, a nuestra gente importante, ellos saben.
Es un libro-disco de emociones y desde la entraña, que esperamos que os guste tanto como a nosotros.
MAYALDE
